jueves, octubre 11, 2007

Guerra al narcotráfico



Por Juan R. Menéndez Rodríguez

Casi un año después de haber usurpado la Presidencia de la República, el delincuente electoral Felipe Calderón Hinojosa manifestó que la lucha contra el narcotráfico sería una acción prioritaria de su gobierno-espurio y de que se han gastado enormes cifras de los impuestos pagados por mexicanos en esta estrategia decidida sólo por el Poder Ejecutivo, surgen muchas dudas sobre quiénes han sido los beneficiarios de esta larga campaña y cuál ha sido su costo económico y político.

Los únicos datos publicados en los medios corresponden a operativos donde hubo decomiso de drogas, confiscación de bienes o captura de narcotraficantes de mandos intermedios que eran perseguidos por la justicia de los Estados Unidos; pero los hechos reales indican que la violencia en México no ha cesado y el consumo de droga en el mayor mercado del mundo crece al mismo ritmo de los últimos 50 años.

Mientras que en su informe anual Calderón Hinojosa señala que alrededor de 10 mil personas fueron capturadas por los operativos militares, no reporta que sólo el 3 por ciento ha sido procesado, ya que la gran mayoría eran personas inocentes o que no tenían cargos formales en su contra. Tampoco reportó la infinidad de tropelías y crímenes que se cometieron en casi todas las regiones del país a donde fueron enviadas las tropas.

A través de la prensa se sabe que el gobierno de los Estados Unidos está muy complacido con el de México por perseguir a los narcos, al grado de que el propio zar antidrogas estadounidense ha publicado el interés de su país para invertir algunos miles de millones de dólares en esa guerra al narco. Esto indica que, de acuerdo con su historia, Estados Unidos ha trasladado su supuesta guerra interna contra sus traficantes de droga a otros países, mientras en su propio territorio jamás se aprehende a un jefe de la mafia ni hay violencia derivada de luchas entre grupos criminales, ni de éstos con las Policías.

Esta situación invita a pensar que el gobierno de los Estados Unidos no sólo no pretende disminuir el consumo de la droga entre su población, sino que con la guerra instalada en los países proveedores o que son ruta del narcotráfico logra que el precio de la droga aumente y esa enorme fuente de ingresos se incremente, sin que haya un desgaste político del gobierno ni existan hechos cruentos en su propio territorio. Continuar leyendo

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