lunes, septiembre 24, 2007

Vicente I y Calderón


Empresario

Eduardo Ibarra Aguirre

Sólo la frivolidad llevada al extremo de la ostentación pueblerina, podría explicar que la calculadora Martha María Sahagún Jiménez abriera literalmente las puertas de la casa del rancho de San Cristóbal a la revista Quién del consorcio Televisa, aunque aún no lo hace con La Estancia que es la que concentra la mayor extravagancia de nuevos ricos, y colocara con ello a la otrora autodenominada pareja presidencial en el centro de la agenda informativa.

Extraña que la esposa de Vicente Fox Quesada, la parte pensante y más perversa del dueto, diera el escandaloso paso con la publicación que se ocupa de la vida privada y las frivolidades de las elites mexicanas, sin estimar los riesgos que se corrían para la elección en Roma de Vicente I como presidente de la Internacional Demócrata de Centro que agrupa a más de 100 partidos.

La candidatura de Fox fue apuntalada por Mariano Rajoy Brey y Manuel Espino Barrientos. El español se vio precisado a salir en defensa de la honradez del guanajuatense nacido en el Distrito Federal, ante la andanada de comentarios críticos que suscitó la ostentación de la riqueza que con independencia de si es mal o bien habida, no cuadra con las declaraciones patrimoniales del exdirector de Coca-cola para América Latina.

“Es un honor tenerlo como copresidente de la IDC”, dijo Rajoy. Para Pier Ferdinando Casini “Es una de las personas con mayor prestigio en nuestro movimiento”. ¡Prestigio! pero no le soltaron la presidencia sino crearon dos copresidencias. Y en México, los dirigentes del voto útil en 2000 no dan la cara por él en 2007.

A la luz de los resultados, la estrategia de Sahagún Jiménez de suscitar ruido –tanto que hasta nuevas presuntas corruptelas multimillonarias de Manuel y Jorge Alberto Bribiesca Sahagún ocupan la atención de los medios impresos--, bajo la presunción de que “no importa lo que digan de ti sino que se ocupen los periodistas de tu persona”, resultó fallida con la designación de su marido sólo como copresidente para América Latina de la IDC, al lado del italiano Casini.

Los originales de las declaraciones patrimoniales están bien resguardados en la Secretaría de la Función Pública, sino es que en la caja fuerte de Germán Martínez Cásares, pues asegura que no ha recibido ninguna denuncia. Mientras que Elías Cárdenas Márquez, presidente de la comisión legislativa que investiga a Construcciones Prácticas, se queja de que la Procuraduría General de la República y Eduardo Medina-Mora Icaza niegan información sobre las denuncias penales en contra de las familias Fox Quesada y Bribiesca Sahagún. Seguir leyendo

La justicia de México, valor conculcado


Julio Pomar

Certeramente bien lo dijo Nicolás Maquiavelo (1469-1527), en medio de las fulgurantes teorizaciones que lo singularizan hasta el día de hoy, a más de cinco siglos de haberlas emitido:

“O un gobierno es fuerte o es moral. O se funda en el ideal o tiene en cuenta las sórdidas realidades. En más de una ocasión han de emplearse medios injustos para garantizar la justicia. ¿Hay que renunciar a utilizarlos, porque no están de acuerdo con el estricto ideal de la justicia absoluta, o hay que consentir, de manera deliberada, que la justicia práctica se salve a costa de la justicia teórica? En política hay que transigir de forma continuada, con uno mismo y con los demás, con el propio ideal y las propias convicciones: para durar, para subsistir, para vencer”.

Y los émulos pueblerinos mexicanos de las sórdidas realidades enunciadas por Maquiavelo -principalmente la derecha que se encaramó al poder desde el año 2000, con su emblemático líder Fox- de haber leído esas palabras, lo cual es muy dudoso pues su ignorancia sólo es superada por su ambición de poder, naturalmente ya se hubieran inclinado por los “medios injustos”, hacia las “sórdidas realidades” de nuestra política. Y no estarían afiliados a la moral sino a la fuerza, y en el caso concreto nuestro, a la chicana y a la trampa, antípodas de todo ideal de toda convicción. Su objetivo es durar, subsistir, vencer. No importa por cuál vía. Y lo están practicando o, al menos, tratando de lograrlo.

Esta reflexión no tiene nada de teórica, sino muy concretamente actual y contingente, del momento. Ahí están las indefiniciones calderonistas diciendo respetar al Congreso por sus decisiones que limitan a la telecracia en sus desmedidos afanes de enriquecimiento y de poder, sin que quede clara su verdadera actitud ante este asunto, que sí asumieron sus propios legisladores panistas, rectificando la escandalosa indignidad de la ley televisa del 2006. Ahí está el uso inconstitucional de las fuerzas armadas en una función policiaca para perseguir al narco y al crimen organizado, aplastando en su paso los derechos humanos de quienes, ajenos, se les atraviesan en el camino. Ahí está el designio apenas disfrazado de enajenar a favor del capital privado las riquezas petroleras y energéticas del país, so pretexto de que eso es lo “moderno” y lo “realista”. Ahí está su intentona para que los jodidos paguen los impuestos que los opulentos -que le financiaron sus campañas negras en el 2006- no quieren pagar, lo cual impide integrar una verdadera y real reforma fiscal. Y ahí está el caso, también emblemático, del insultante enriquecimiento particular de la pareja Fox-Sahagún, que llegaron en la medianía económica al gobierno en el 2000 y hoy, sólo seis años después, excretan sus prosaicas vanidades de nuevos ricos, que además se presumen intocables. Leer más

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