sábado, junio 23, 2007

¿México fascista?


Felipe Pinchojet

Escrito por Manuel Esparza


“La acumulación de todos los poderes,

el legislativo, ejecutivo, judicial en las

mismas manos... es la definición de

tiranía.” James Madison.

De cara a la historia – para usar en parte una frase de moda en Oaxaca- pueblos que se creían avanzados y modernos, perdieron la libertad ciudadana para dar paso a las dictadura. En el mundo del pasado reciente y del actual hemos presenciado esa transición de la democracia a formas extremas de supresión de los derechos humanos. En México, lo que se da no es una pérdida de democracia, que nunca la ha habido, pero sí una cancelación de la esperanza a llegar a tenerla para ir dando cabida a un autoritarismo extremo.

Naomi Wolf en un ensayo ilustrativo ve cómo en Estados Unidos se está dando aceleradamente ese proceso de dilución de las libertades que tan queridas han sido para los americanos, y de implantación de un régimen tirano. Wolf ve que en los países donde se ha podido observar ese proceso se conforma un esquema que se repite y cada vez se perfecciona más. En Estados Unidos ese esquema es ya reconocible, en México se está dando también gradualmente. Mire Usted los 10 pasos de la ruta al fascismo:

1. Inventar un enemigo interno y externo. El Islam, el terrorismo. En México el crimen organizado.

2. Crear un Gulag. Guantánamo donde pueda torturarse fuera de la vista de la ley. En México, las cárceles de alta seguridad, llevar a los presos lejos de su lugar de origen, la tortura.

3. Preparar una fuerza de choque. Los llaman paramilitares. Los mercenarios al servicio del poder, porros, halcones, Chinchulines.

4. Crear un sistema interno de espionaje. Policías espías. Intervención de teléfonos y correos electrónicos, allanamiento de moradas.

5. Infiltrar a grupos disidentes. Hostigamiento a miembros de movimientos sociales o políticos.

6. Arrestos arbitrarios. Éstos pueden ser de preferencia repetitivos para acosar más al disidente.

7. Hacer blanco en ciertos individuos. Favoritos han sido los académicos, líderes sindicales, directores de organizaciones de derechos humanos.

8. Controlar a la prensa. Acosar a familiares de comunicadores independientes. Herir y aun matar a renuentes opositores de la prensa.

9. Igualar disidencia con traición. Acusar a ciudadanos molestos al régimen de peligro para la seguridad nacional, de traición a la patria.

10. Suspensión de garantías constitucionales. El déspota puede declarar estado de emergencia por cualquier razón. Usar al ejército para actividades policíacas o de represión a los grupos opositores. En México para combatir al narcotráfico, amedentrar a la población con retenes.

No siempre se dan al mismo tiempo esos pasos, no siempre es súbito el cambio de un estado de libertades democráticas a uno de total represión, pero el esquema es reconocible, el peligro de intensificación de esas medidas es persistente y al poder le gusta tener a la población en estado de alerta que sube de color a su antojo. No caer en la cuenta, o no querer caer en la cuenta de lo que ya está sucediendo en México es la mejor manera de dejar que las fuerzas represoras tengan despejado el camino para llevar a cabo sus intereses y los intereses de los que ellas representan.

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